FSC-CCOO Castilla y León | 21 noviembre 2024.

DATOS PARO REGISTRADO

Lenta recuperación del empleo para las mujeres, persiste su desempleo estructural

    El paro registrado descendió en 59.149 personas este mes de marzo, pero lo hizo menos entre las mujeres (26.680) que entre los hombres (32.469) pese a que ellas son mayoría en el desempleo.

    06/04/2021.
    Imagen de archivo de una camarera (Pixabay)

    Imagen de archivo de una camarera (Pixabay)

    Los datos del paro registrado este mes de marzo arrojan algunas buenas noticias, como la reducción del número de personas registradas en las oficinas del SEPE en 59.149 hasta las 3.949.640 personas (por debajo del umbral psicológico de los 4 millones) y el incremento dela afiliación en 70.790 personas. Tal y como señala el análisis del Gabinete Económico de CCOO, estos datos muestran el efecto favorable de la Semana Santa sobre la actividad y el empleo pese a las restricciones de la pandemia; y cabe mencionar además la conversión de contratos temporales en indefinidos, que CCOO atribuye a la labor realizada por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social que ha permitido aflorar fraude en la contratación.

    No obstante, el análisis en clave de género preocupa en la medida en que muestra un impacto mayor de la crisis en las mujeres trabajadoras y una recuperación más lenta del empleo para ellas: el desempleo entre las mujeres cayó en 26.680 personas (bajó en 32.469 en el caso de los hombres) y se sitúa en 2.278.099. Es decir, por encima de los 2,2 millones de desempleadas. Seis de cada 10 personas desempleadas siguen siendo mujeres, pese a su menor inserción en el mercado laboral. 

    Hay otros indicadores que muestran las barreras de acceso y las dificultades estructurales a las que se enfrentan las trabajadoras: 

    - En números absolutos, las mujeres son mayoría de las personas desempleadas en todas las provincias y CCAA (pese a la brecha en actividad).

    - En población desempleada sin empleo anterior, las mujeres son el 65,1%. En el grupo de edad de más de 44 años, sin empleo anterior, las mujeres suponen el 81,2%. Es decir, 8 de cada 10 personas registradas como desempleadas sin empleo anterior mayores de 44 años son mujeres.

    - Del total de contratos firmados en marzo (1.404.107), las mujeres firmaron el 42,9%. Es decir, 4 de cada 10.

    - Del total de contratos indefinidos (207.191), solo el 43% fueron para mujeres.

    Además, el resultado de la comparativa con los datos de hace un año, cuando comenzó esta dura etapa de pandemia, es aún más desalentador para las mujeres trabajadoras porque muestra que la factura de la crisis está siendo mayor para ellas: el paro masculino ha subido en 142.599 (9,33%) personas desde marzo de 2020 y el femenino se ha incrementado en más de cien mil mujeres más que de hombres, exactamente 258.729 (12,81%).

    También continúa la brecha de género en la prestación por desempleo. Como indica el Informe del Gabinete económico confederal de CCOO, en febrero de 2021 un total de 2.359.191 personas cobraron una prestación por desempleo. La brecha de género en la cobertura por desempleo se sitúa en algo más de 9 puntos porcentuales (cobertura del 68,2% de los hombres y el 58,9% de las mujeres).

    La secretaria confederal de Mujeres e Igualdad, Elena Blasco Martín, insiste en que "la perspectiva de género es imprescindible en el análisis de los datos del mercado laboral, ya que demuestra que hay obstáculos añadidos para las mujeres y evidencia la necesidad de medidas correctoras específicas, medidas de igualdad, además de la necesidad de integrar la perspectiva de género en las medidas generales". En este sentido, señala el impacto positivo de la herramienta de los ERTE, pactada en el Diálogo Social. "Han sostenido mucho empleo, y mucho empleo femenino. El impacto de género de esta herramienta es positivo". No obstante, apunta algunas políticas y reformas que, en su opinión, deberían tratarse urgentemente desde el Diálogo Social. "Es preciso abordar de una vez por todas la derogación de la reforma laboral que tanto daño ha hecho a las mujeres incrementando su precariedad y, por supuesto, incluir la perspectiva de género en el diseño de las políticas activas de empleo".